Hazme las maletas que me voy.
Hace unos días conversaba con mi hijo sobre la importancia de registrarse para votar. Todavía no he podido convencerlo: ni yo ni los constantes E-mail que recibe cada semana de los ‘caza votantes para Obama’. Mientras hablábamos sobre lo mucho que le molestaban los ‘Obama E-mail’ me dijo: “en esta ciudad (Bethlehem) no hay como echar pa’lante, lo mejor es irse”.
Hace 16 años, yo pensé lo mismo. Emigre de Puerto Rico al no encontrar como sustentar mi familia debido a obstáculos económicos. El desempleo por las nubes, el crimen y el aborregamiento sociopolítico se fusionaron para dar más solidez a mi teoría: “aquí, en Puerto Rico, no hay futuro”. En realidad, no es solo mi visión personal: es la frase que se escuchaba en la radio, en la escuela e incluso durante mis años universitarios. Mientras asistía a la escuela superior, tuve un maestro de la clase de ingles que siempre decía; “Puerto Rico, la isla del desencanto” (la frase original es, Puerto Rico, isla del encanto) También escuchaba que los jóvenes puertorriqueños no servían para nada y que eran una turba de vagos que no saben lo que es pasar verdadero trabajo. En palabras claras, no sentía la necesidad de quedarme en un lugar que no valoraba mi presencia.
Por cosas del destino, mi tío nos ofreció una oportunidad de trabajo a mí y a mi hermano, pero en los Estados Unidos. Esa oportunidad nos ofreció lo que muchos anhelan cuando emigran para E.E.U.U.: tener tu propio negocio. Lo único que no teníamos muy claro eran los beneficios, de hecho, cuando eres dueño, los beneficios de empleado no existen. No había días pagados por enfermedad, vacaciones, feriados, ni siquiera en tu cumpleaños. En palabras de mi tío Juso, si no trabajas, no comes. Lo más difícil para acostumbrarse eran las horas de trabajo, sobre 100 horas a la semana, sin paga doble. Esa era la condición para ser dueño de negocio. No niego que, al principio de comenzar el negocio, tuve la inclinación por salir corriendo y regresar a la isla.
Tal vez la juventud, incluyendo a mi hijo, sienta el deseo de salir corriendo. Quizás los adultos no valoramos nuestros jóvenes lo suficiente como para quedarse en este lugar. Tal vez el sistema social no permite o no nos deja ver más allá de nuestros propios intereses. Lo cierto es que nuestra falta de visión nos está tendiendo una trampa. El futuro de esta y toda nación está en la juventud. Si los adultos solo les interesa mantener solvente al medicare, el seguro social y su retiro, entonces no podremos quejarnos si, en un futuro cercano, nuestros jóvenes deciden buscar un lugar en el que puedan trabajar para mantener a sus hijos. Estados Unidos se está convirtiendo en un gigantesco asilo con complejos geriátricos por todos lados, y serán los jóvenes quienes tendrán que absorber el trabajo del cuidado y sus costos, aparte de mantener a sus propias familias. En lenguaje matemático sencillo, les estaremos pidiendo sínicamente a nuestros jóvenes que paguen por las decisiones que los votantes de mayor edad hicieron para asegurar su hegemonía como los intocables. Nadie puede tocar lo que se les prometió, aun cuando esa actitud pueda poner en aprietos económicos a quienes vengan detrás. Es claro que los votantes de la tercera edad sobrepasan a todos las demás categorías, y por eso Angle fue sacado de la arena política en la saga de Gracedale Nursing Home. El comentario de Angle fue que él no quería una carga para los contribuyentes, los de la tercera edad lo vieron como una amenaza a la hegemonía de su poder político y la visión americana de una vejez con solvencia económica asegurada. Eso es una utopía, y los jóvenes ya lo saben. Sería desastroso para todos que la juventud empaque sus maletas y busquen otra nación con posibilidades de desarrollo socioeconómico. Los jóvenes no votan en masa y los viejos se aprovechan de la situación exigiendo políticas económicas para su beneficio, aunque los que vengan detrás terminen jodidos. En Puerto Rico, mis abuelos trabajaron para darles un pedazo de terreno a sus hijos, eso de educación no estaba en los planes. En las circunstancias de aquel momento, no había una opción mejor. Pero hicieron un sacrificio para darles un mejor futuro y trabajaron sin cesar hasta que colgaron las ‘tenis’ sin un solo cheque de retiro en el buzón. Como decimos en el campo, a puro pulmón. Hoy no veo esa determinación en la población adulta. Solo quieren vivir el momento sin invertir en lo más preciado; la educación de nuestras futuras generaciones. Esa es la clave del triunfo y no lo estamos viendo de esa manera, al contrario, lo vemos como una carga injusta y pesada. Pensamos en un retiro a temprana edad para disfrutar de los años de oro que se avecinan y cualquier dolencia es buena para una jubilación temprana. No puedo dejar los que viven del SSI durante toda su vida, sin hacer tres carajos. Sinceramente no culparía o diría que el salir corriendo de esta nación es un acto de cobardía, más bien es lo mejor que pueden hacer en estas peculiares circunstancias.
Siceramente
Daniel A Berríos
Sábado 22 de julio de 2012
Estimado “Yo soy el barrio”:
Soy un producto de la Inquisición. Nací y crecí como católico durante las primeras tres décadas de mi vida. Para el año 2002, las cosas cambiaron. Los abusos contra la niñez y la forma injusta de encubrimiento por parte de la Iglesia acabaron con la educación religiosa que mis padres me impusieron. La carta escrita por la Diócesis y leída durante la misa dominical por Monseñor Biszek fue un insulto a las víctimas de abuso sexual. La misiva no expuso las medidas que tomaría la Iglesia al respecto ni como ‘limpiar’ la casa de posibles pederastas. A más de una década del escándalo, solo han prosperado algunas de las acusaciones, entre ellas la de Filadelfia. Según Edward Cullen, líder de la Diócesis de Allentown, “ese era el modus operandi, no solo de la Iglesia Católica sino de todas las iglesias” (1). Si el propio Cullen asegura que esa era la regla, entonces puedo concluir que todas las iglesias tienen cierto grado de encubrimiento culposo. Si todos nacemos con un “pecado original” parece que la Iglesia también posee algo similar. De igual forma el Papa, como máximo líder y dirigente de la Institución, debería aparecer en la alerta Megan al igual que los que cumplen dicho mandato legal. Pero, al parecer, la sotana sacerdotal tiene algún ‘poder’ para repeler acusaciones criminales. Es increíble que se haya olvidado la forma en cómo la Iglesia maneja los abusos hacia nuestros niños. Da la impresión que los feligreses le importa un pito lo sucedido. Me pregunto si pisarían un templo si saben que su hijo o tal vez su nieto fue víctima de abusos. Se acabo la solidaridad hacia las victimas: ahora se busca impunidad disfrazada de perdón. Cuando participaba de una misa hace 12 años atrás, Monseñor Biszek se refería al sacerdote como el ‘satélite’ para tu salvación. Leyendo la Biblia dijo: “nadie va al Padre si no es por Mi (Jesús), quien perdona nuestros pecados por medio del sacerdote” (el satélite). Como todos hemos podido observar, la “antena” del satélite funciona perfectamente, el problema parece estar en la “orbita”.
Amigo Ricardo, te aconsejo que vayas acompañado de un adulto responsable cuando desees visitar una Iglesia comandada por el Vaticano fuera del horario de misas. Si es posible, utiliza calzoncillos hechos del material kevlar. (Material a prueba de perforaciones) Mas vale precaver que tener que remediar.
Atentamente,
Daniel A. Berrios
(1. Fuente, The Morning Call. Septiembre 11, 2012. Página 1, 4, 5. Matt Assad y Peter Hall.
Amigo Ricardo, te aconsejo que vayas acompañado de un adulto responsable cuando desees visitar una Iglesia comandada por el Vaticano fuera del horario de misas. Si es posible, utiliza calzoncillos hechos del material kevlar. (Material a prueba de perforaciones) Mas vale precaver que tener que remediar.
Atentamente,
Daniel A. Berrios
(1. Fuente, The Morning Call. Septiembre 11, 2012. Página 1, 4, 5. Matt Assad y Peter Hall.
¿A caso Jesús de Nazaret no era un desamparado?
Hace un tiempo atrás, representantes de ‘New Bethany Ministry’, intentaron abrir un centro para desamparados en los terrenos de la desaparecida iglesia Nuestra Señora de Pompei en la calle cuarta en Bethlehem. Entre los servicios que pretendían ofrecer estaban la consejería para terminar la drogadicción y un comedor para dar alimentos preparados con capacidad para atender 200 personas. Había muchos otros servicios que la comunidad se podía beneficiar, pero el proyecto encontró fuerte oposición de los comerciantes, iglesias, organizaciones comunitarias y residentes del sur de Bethlehem. Se formó una coalición, integrada con líderes de los organismos opositores, para impedir el proyecto utilizando estereotipos y toda clase de prejuicios en co
ntra de los desamparados. Fui invitado a formar parte de dicha coalición, o mejor dicho, “Gestapo comunitaria”. Sus vagas explicaciones no me convencieron y decidí unirme al lado de los desamparados. Trate de explicar los beneficios a largo plazo que toda la comunidad obtendría, pero fue en vano. Solo hablaban de los cientos de adictos que estarían en las aceras y la apariencia de la calle cuarta a la vista pública. Mi paciencia se fue agotando poco a poco y decidí utilizar otra estrategia. ¿Eres cristiano?, les preguntaba a ellos. “Si, lo soy”, me contestaban. Pero al preguntarles si Jesús era o no un desamparado no podían contestarme,y solo se limitaban a defender su postura fuera del lado de sus creencias religiosas. Otros usaban frases como, ‘no mezcles la dinga con la mandinga’, entre cierta burla y seriedad al mismo tiempo.
Por un instante pensé que mi táctica estaba dando resultados, pero al acercarse la fecha para escuchar las opiniones de la comunidad, auspiciadas por New Bethany, el ambiente en la cuarta se puso ‘color de hormiga brava’. Nuevamente me invitaron a formar parte del grupo que se presentaría en protesta ante los representantes de New Bethany. Les dije que no asistiría a la actividad, pautada para tempranas horas de la noche.
Al salir del restaurante a las 8:00 pm, pasé por la calle Atlantic, precisamente la esquina del propuesto centro, y pude ver el estacionamiento lleno a capacidad. Pude distinguir varios de los ‘detractores’, incluyendo personalidades de la comunidad mientras caminaban hacia sus respectivos vehículos. Me sentí triste al ver a mis amigos apoyando una causa que carece de compasión hacia los más desventajados de la sociedad, solo por hacer ver “bien” la calle cuarta.
No son los adictos los únicos que se podían beneficiar del programa, también los niños con escasos recursos se podían beneficiar del mismo. Para ser un desamparado hace falta perder tu empleo y no tener la suerte de poder encontrar otro, tan simple como eso. Muchas familias enteras se han visto en las calles: el carrito de compra lleno de trapos y artículos de la calle empujado por un indigente no es la regla, hoy hay niños que, aun en tan desesperante situación, regalan una sonrisa a quien se digna de mirarles a los ojos. Ellos también necesitaban de nuestro apoyo. Tuvimos la oportunidad de ayudar y no la aprovechamos. Me siento responsable por los hechos y deseo disculparme públicamente con New Bethany Ministry. Parece que en vez de ayudar, lo que hice fue hundir la propuesta. Esa jamás fue mi intención: a más de un año sigue molestándome la conciencia. Por eso lo escribo en esta sección, no para ‘tirar al medio’ a los oponentes sino para aliviar una herida del pasado. Al menos eso recomienda el sicólogo: “expresar lo que te incomoda, representa el primer paso para encontrar remedio a tus inquietudes”.
Sinceramente
Daniel A. Berríos
ntra de los desamparados. Fui invitado a formar parte de dicha coalición, o mejor dicho, “Gestapo comunitaria”. Sus vagas explicaciones no me convencieron y decidí unirme al lado de los desamparados. Trate de explicar los beneficios a largo plazo que toda la comunidad obtendría, pero fue en vano. Solo hablaban de los cientos de adictos que estarían en las aceras y la apariencia de la calle cuarta a la vista pública. Mi paciencia se fue agotando poco a poco y decidí utilizar otra estrategia. ¿Eres cristiano?, les preguntaba a ellos. “Si, lo soy”, me contestaban. Pero al preguntarles si Jesús era o no un desamparado no podían contestarme,y solo se limitaban a defender su postura fuera del lado de sus creencias religiosas. Otros usaban frases como, ‘no mezcles la dinga con la mandinga’, entre cierta burla y seriedad al mismo tiempo.
Por un instante pensé que mi táctica estaba dando resultados, pero al acercarse la fecha para escuchar las opiniones de la comunidad, auspiciadas por New Bethany, el ambiente en la cuarta se puso ‘color de hormiga brava’. Nuevamente me invitaron a formar parte del grupo que se presentaría en protesta ante los representantes de New Bethany. Les dije que no asistiría a la actividad, pautada para tempranas horas de la noche.
Al salir del restaurante a las 8:00 pm, pasé por la calle Atlantic, precisamente la esquina del propuesto centro, y pude ver el estacionamiento lleno a capacidad. Pude distinguir varios de los ‘detractores’, incluyendo personalidades de la comunidad mientras caminaban hacia sus respectivos vehículos. Me sentí triste al ver a mis amigos apoyando una causa que carece de compasión hacia los más desventajados de la sociedad, solo por hacer ver “bien” la calle cuarta.
No son los adictos los únicos que se podían beneficiar del programa, también los niños con escasos recursos se podían beneficiar del mismo. Para ser un desamparado hace falta perder tu empleo y no tener la suerte de poder encontrar otro, tan simple como eso. Muchas familias enteras se han visto en las calles: el carrito de compra lleno de trapos y artículos de la calle empujado por un indigente no es la regla, hoy hay niños que, aun en tan desesperante situación, regalan una sonrisa a quien se digna de mirarles a los ojos. Ellos también necesitaban de nuestro apoyo. Tuvimos la oportunidad de ayudar y no la aprovechamos. Me siento responsable por los hechos y deseo disculparme públicamente con New Bethany Ministry. Parece que en vez de ayudar, lo que hice fue hundir la propuesta. Esa jamás fue mi intención: a más de un año sigue molestándome la conciencia. Por eso lo escribo en esta sección, no para ‘tirar al medio’ a los oponentes sino para aliviar una herida del pasado. Al menos eso recomienda el sicólogo: “expresar lo que te incomoda, representa el primer paso para encontrar remedio a tus inquietudes”.
Sinceramente
Daniel A. Berríos
Una cucaracha disfrazada de gallina en un velorio
Para cualquier operador de un restaurante representa una vergüenza pública que un cliente vea una cucaracha en el establecimiento. En realidad, deja mucho que decir.
En una sociedad en vías de evangelización, si alguien opta por no seguir el ritualismo impuesto, se le mira de re-ojo, al igual que una cucaracha.
Estaba próximo a entrar a la funeraria para ver a mi tío por última vez cuando escuché la voz prepotente del “alcahuete del cura” rechinar por las afueras del lugar. Antes de entrar, respiré profundo y me resigné al suplicio que se avecinaba. A medida que me acercaba auditorio comenzó mi transformación. Trataba de sonreír sarcásticamente, al igual que todos. Levanté mi pecho con porte de pavo real para disimular mi pesar y diligentemente seguí las directrices de un viejo pendejo que me ordenó sentarme. Todo iba muy bien: ya me había transformado en una gallina, al igual que todos.
Al mirar hacia el frente pude ver a mi mentor acostado en un ataúd y totalmente callado, algo muy inusual. Como un relámpago pasó por mi mente una frase que solía decirme,- ‘¡tu si eres bien pendejo! – Siempre la acompañaba con una sonrisa y una palmadita en el hombro. Pero al no escuchar su voz ni sentir esa anhelada palmadita en el hombro, mi disfraz de gallina comenzó a desvanecerse. Mi esposa vio lo que me estaba sucediendo frente a todos los presentes y enseguida me tomó por la mano, arrastrándome hacia las últimas filas de asientos que aún estaban vacías. En carrera apresurada se sentó y dándome un fuerte jalón casi me estrella contra la silla, como si se tratara de un niño maleducado que no obedece. En ese instante ella sabía que mi vida estaba en peligro: había una cucaracha en un baile, o mejor dicho, en un velorio rodeado con gallinas.
Una vez sentado, comencé a calmarme y el disfraz comenzó a regenerarse por sí mismo. Decidí no darle importancia a las baboserías de aquel alcahuete. Desafortunadamente, la armonía de aquella noche no me duró por mucho tiempo. A medida que el sermón se extendía mi paciencia se desvanecía, al igual que mi disfraz de gallina.
Mi esposa estaba muy atenta a las palabras del ‘alcahuete del cura’. Mientras hacía una historia bíblica en la que quería incluir al difunto en la trama, sucedío lo que EL JUSO me había dicho: ‘… se paran al lado del muerto para decir lo bueno que fue y ni siquiera lo conocen’. ¡El imbécil ‘alcahuete’ no sabía el nombre del difunto que tenía a su lado! Que no supiera el nombre era algo que se le podía perdonar, pero no saber su apodo artístico culinario es totalmente inaceptable. En ese instante la sangre me subió a la cabeza y un adjetivo calificativo que no puedo escribir me salió sin querer. Si los que estaban frente a mi lo escucharon, le pido disculpas. Lo ideal hubiera sido ir al frente y decirlo directamente al ‘alcahuete’: me hubiera evitado otro codazo que mi esposa me propinó en las costillas. Entre tanta violencia no me quedó otra opción que callarme. Sin el disfraz de gallina que me protegiera, lo mejor era cerrar la boca durante el velorio. Como insecto rastrero me la pasé merodeando por toda la noche, y nadie lo pudo notar. Saludé a muchos amigos de mi tío, los cuales fueron a brindar sus respetos. Muchos de ellos pertenecían a la “vieja guardia” que, entre la bohemia y las cervezas pasaban momentos agradables y sin hacer daño a nadie. Ellos si conocían su nombre y apodo al pie de la letra y sin titubeo.
Juan ‘El Juso’ Berríos nunca fue asistente dominical de ninguna denominación religiosa. Aún cuando su difunta madre casi lo mata a escobazos por maldecir al obispo, El Juso no cambió su postura.
Aprendí con él a no juzgar mal a quienes no asisten a misa, como lo aprendí durante el catecismo. (El ‘alcahuete’ mencionó la asistencia dominical durante el sermón) Cuando llegué en 1996 no intervino en mi inclinación de asistir a misa. El que hoy, Daniel A. Berríos, no crea en ninguna propaganda religiosa no es por su influencia, sino por el uso de la lógica y el razonamiento por primera vez en mi vida. Durante su despedida en el cementerio, Blanca, su hija menor dijo lo siguiente: ‘Papi nunca tuvo nada para sí mismo, todo lo daba a los demás’. Quienes tuvimos la dicha de conocerlo podemos dar testimonio de lo anterior. Quienes se acercaron a pedir su ayuda no regresaban con las manos vacías, incluyendo aquellos que lo engañaban. Su bondad no tenía fronteras. El Juso me enseñó que la cocina es una profesión en la puedes mantener tu familia, tener la oportunidad de un negocio propio y ser dueño de tus sueños.
‘Pero lo más esencial es la confianza en ti mismo’, me decía con insistencia.
Si algo le agradeceré a tío John, como cariñosamente le decíamos, es haberme inculcado la confianza en mí mismo. Reconozco que pasó mucho trabajo enseñándome, pero lo logró. El Restaurante Borinquen, en Bethlehem, es el resultado hecho realidad. Te voy a extrañar mucho. Me da mucha nostalgia cada vez que volteo el arroz en las mañanas con la misma cuchara que me enseñaste a cocinar. Por eso, cuando yo muera no quiero un rosario entre mis manos, prefiero la cuchara. Ni entierro, ni velorio, ni novenario pues no quiero a un hipócrita que no me conoce hablando sobre mí; tampoco creo en las almas, en Dios y el Diablo. Prefiero que me pongan en un horno, esa será la venganza del lechón por tanto cuero bien crujiente que hice durante mi existencia. Eso sí, no olviden la cuchara, coño.
Sin pelos en la lengua;
Daniel A. Berríos
P.D. El Juso me confesó que terminaría sus días solo en una cama de hospital, al igual que su hermano mayor quien pidió que lo llevasen a su casa y no lo escuchamos. Hasta me recitaba la canción ‘La Cama Vacía’ reafirmando con toda seguridad que ese sería su cruel destino. José Blas, su difunto hermano, también padeció de cáncer. En aquel momento todos los miembros de nuestra extensa familia nos abrazamos demasiado a la esperanza que tío Blas pudiera curarse del cáncer y retornar con sus hijos al hogar que tanto extrañaba. Pero la muerte se adelantó a la cura. No pudo ver a sus hijos menores y es que en P.R. se restringe a media hora de visitas y no se permiten niños. A más de 17 años de su partida, siento haber fallado a su última voluntad como si hubiese sido ayer. Pero Juan Berríos no partió en soledad como dijo que le sucedería. Estuvo rodeado por su esposa, hijos y familiares en el momento de su partida. ¡Estoy en casa! , fueron las palabras que le susurró Mirta mientras contemplaba la fachada de su humilde casa en Allentown, la última vez que la pudo ver. Ya no sufrirás, pero te extraño.
I have no doubt that God is nonexistent: his absent-ism proves it. Around 40 million Americans have join the "Humanist Club". I have recently joined them, and have no plans on leaving. Since Constantine's time we have forced to be God believers; and today it remains the same, things have not changed for approximately 1,600 years. We are continuing Constantine's tradition by forcing non god believers to be treated as diabolic people who have little to no reasoning when it is the exact opposite. When we look at the book of Genesis to Leviticus in the Bible, we can find a God that is worst than Hitler. Jose Saramago said, "Humans would be better off without religion." and if you read the bible you will find out for yourself, if you have any trouble with the wording, use a dictionary; but don't tell me that God is good, if not read it over again!
La sexta gran extincion
En el libro, "Fossils, The history of life", Richard Fortey plantea la era antropogénica como un hecho real. El tiempo que nuestro planeta necesitópara los cambios que hoy podemos apreciar, requirió de millones de años. Un lento proceso de eroción en la capa terrestre le ha dado la forma a las montañas, valles y costas que nos rodean. Tambien hay depósitos bajo la superficie de la litósfera que quedan al descubierto debido a la eroción continua del agua o el viento. El periodo carbonífero, que se extendió329 millones de años a 299 millones de años atrás, produjo el carbón que hoy utilizamos para generar electricidad. Mediante el uso de maquinaria, la extracción de carbón ha incrementado durante los últimos 200 años. Para que nuestro planeta tenga las caracteristicas que hoy observamos, es necesario crear una política más seria que el 'cuco del calentamiento global'. Los alarmistas como Al Gore, George Monbiot, Bill McKibben, Fred Pierce incluyendo Green Peace entre otros,no han hablado claro acerca de la extinción que está sucediendo en estos momentos. Se centran en normalizar el CO2 mediante la venta y promoción de nuevas tecnologías, como primera opción. La segunda incluye la modificación de la tecnología existente para hacerla más eficiente, o mejor dicho, eco-amigable. Ambas tienen algo en comun: inversión. Sin embargo, si el producto que adquiriste fue a cambio de hechar a la basura el que reemplazaste, entonces no fue inversión lo que hiciste. Los negociantes recomiendan que si tienes pensado el comprar un producto, invierte en tecnología eco-amigable.
Pero, detrás de la 'buena intención' se esconde la realidad de una sociedad que ha sido envenenada con extrema publicidad al punto de locura.Imaginese a un retirado con ingreso fijo de $1100.00 al mes que invierte $400.00 en un teléfono portatil. Al año siguiente, sale un modelo con mejores funciones y decide comprar lo que acaba de salir al mercado. El juguetito tiene un valor de $450.00. ¿A caso no es de locura invertir en otro teléfono si el que posees trabaja de maravilla? Esta conducta no es solo de los adictos a la tecnología de los celulares, aplica a todos los bienes que el consumidor tiene el impulso de adquirir, sin importar las consecuencias económicas que pueda causar.La culpa no es del consumidor, sino del efecto malintencionado de la propaganda. Los bancos estan ofreciendo lineas de crédito para aquellos que tengan deudas inmensas con tarjetas de crédito.Te ofrecen bajar en un 50% la deuda de tus tarjetas. Pero hay algo preocupante en esto: tienes que poner en garantía una propiedad. Las deudas de tarjetas no tienen colateral. Si no puedes pagarlas, no pierdes tu casa. Pero si adquieres la nueva linea de crédito, tu propiedad sera la garantía si no puedes pagar.
Esta práctica hace al deudor totalmente responsable por actos que la industria de la propaganda, con toda intención, ha creado.Los consumidores son las víctimas de los anuncios que han enfermado a la sociedad y la han hecho dependiente del consumerismo. Todos hemos estado expuestos mediante la televisión. Los bancos tambien son victimarios y nos hacen creer que nos ayudan con tales prácticas. Se ponen al lado de la industria crediticia para acabar de arrematar al ciudadano. Mientras, el gobierno se queda al margen de la situación y se polariza a favor de las entidades financieras. El 'Rescate Financiero' es una prueba de como la balanza se inclina a la hora de la verdad.
Debemos tener en claro que el consumo esta construyendo una economía de doble filo.Invertir hoy, para manaña hechar a la basura lo que compraste esta llevando nuestro planeta a un abismo. No se trata de un 'run away climate', estamos en la sexta gran extinción. En solo 2000 años hemos hecho que nuestro planeta sea el único en nuestro sistema solar que emite luz propia. Al menos eso pude observar de las fotografías de los satélites que orbitan la Tierra. Nuestros ecosistemas están siendo afectados por la intervención humana y llegará el momento en que nosotros terminemos con nuestra propia existencia. Parece que es el legado, o mejor dicho, el problema para nuestras futuras generaciones. Cuando la situación se ponga caótica, nos maldecirán hasta la madre que nos parió.
En el libro, "Fossils, The history of life", Richard Fortey plantea la era antropogénica como un hecho real. El tiempo que nuestro planeta necesitópara los cambios que hoy podemos apreciar, requirió de millones de años. Un lento proceso de eroción en la capa terrestre le ha dado la forma a las montañas, valles y costas que nos rodean. Tambien hay depósitos bajo la superficie de la litósfera que quedan al descubierto debido a la eroción continua del agua o el viento. El periodo carbonífero, que se extendió329 millones de años a 299 millones de años atrás, produjo el carbón que hoy utilizamos para generar electricidad. Mediante el uso de maquinaria, la extracción de carbón ha incrementado durante los últimos 200 años. Para que nuestro planeta tenga las caracteristicas que hoy observamos, es necesario crear una política más seria que el 'cuco del calentamiento global'. Los alarmistas como Al Gore, George Monbiot, Bill McKibben, Fred Pierce incluyendo Green Peace entre otros,no han hablado claro acerca de la extinción que está sucediendo en estos momentos. Se centran en normalizar el CO2 mediante la venta y promoción de nuevas tecnologías, como primera opción. La segunda incluye la modificación de la tecnología existente para hacerla más eficiente, o mejor dicho, eco-amigable. Ambas tienen algo en comun: inversión. Sin embargo, si el producto que adquiriste fue a cambio de hechar a la basura el que reemplazaste, entonces no fue inversión lo que hiciste. Los negociantes recomiendan que si tienes pensado el comprar un producto, invierte en tecnología eco-amigable.
Pero, detrás de la 'buena intención' se esconde la realidad de una sociedad que ha sido envenenada con extrema publicidad al punto de locura.Imaginese a un retirado con ingreso fijo de $1100.00 al mes que invierte $400.00 en un teléfono portatil. Al año siguiente, sale un modelo con mejores funciones y decide comprar lo que acaba de salir al mercado. El juguetito tiene un valor de $450.00. ¿A caso no es de locura invertir en otro teléfono si el que posees trabaja de maravilla? Esta conducta no es solo de los adictos a la tecnología de los celulares, aplica a todos los bienes que el consumidor tiene el impulso de adquirir, sin importar las consecuencias económicas que pueda causar.La culpa no es del consumidor, sino del efecto malintencionado de la propaganda. Los bancos estan ofreciendo lineas de crédito para aquellos que tengan deudas inmensas con tarjetas de crédito.Te ofrecen bajar en un 50% la deuda de tus tarjetas. Pero hay algo preocupante en esto: tienes que poner en garantía una propiedad. Las deudas de tarjetas no tienen colateral. Si no puedes pagarlas, no pierdes tu casa. Pero si adquieres la nueva linea de crédito, tu propiedad sera la garantía si no puedes pagar.
Esta práctica hace al deudor totalmente responsable por actos que la industria de la propaganda, con toda intención, ha creado.Los consumidores son las víctimas de los anuncios que han enfermado a la sociedad y la han hecho dependiente del consumerismo. Todos hemos estado expuestos mediante la televisión. Los bancos tambien son victimarios y nos hacen creer que nos ayudan con tales prácticas. Se ponen al lado de la industria crediticia para acabar de arrematar al ciudadano. Mientras, el gobierno se queda al margen de la situación y se polariza a favor de las entidades financieras. El 'Rescate Financiero' es una prueba de como la balanza se inclina a la hora de la verdad.
Debemos tener en claro que el consumo esta construyendo una economía de doble filo.Invertir hoy, para manaña hechar a la basura lo que compraste esta llevando nuestro planeta a un abismo. No se trata de un 'run away climate', estamos en la sexta gran extinción. En solo 2000 años hemos hecho que nuestro planeta sea el único en nuestro sistema solar que emite luz propia. Al menos eso pude observar de las fotografías de los satélites que orbitan la Tierra. Nuestros ecosistemas están siendo afectados por la intervención humana y llegará el momento en que nosotros terminemos con nuestra propia existencia. Parece que es el legado, o mejor dicho, el problema para nuestras futuras generaciones. Cuando la situación se ponga caótica, nos maldecirán hasta la madre que nos parió.
Se enfadó el Papa
Tal parece que la comunidad católica no le gusta seguir las normas que los demás deben obedecer. La herida infringida en el caso Row v.s. Wade aun no sana. En aquel entonces utilizaban la moral y la conciencia como arma ante los que defendían el derecho de la mujer a tomar decisiones acerca de su propio cuerpo. Recuerdo el periódico El Visitante y su titular; ¿Quién mató a Junior? En dicho artículo presentaban una serie de caricaturas de un feto y la forma en que “asesinaba” a un bebé indefenso en el vientre de su asesina intelectual. Daba a entender que a la mujer que se practicaba un aborto se convertía un ser monstruoso y sin piedad alguna. La caricatura representaba a un feto en el octavo o noveno mes de embarazo, recreando una impresión más gráfica del crudo procedimiento.
Si la intención fue para crear una imagen imborrable en la mente del lector, debo dar crédito al editor del periódico pues aun recuerdo el contenido. Pasé mi niñez y adolescencia juzgando la mujer que apoyaba el derecho al aborto, sin siquiera entender la evaluación que se requería antes de efectuar el proceso abortivo. Esa posición tajante que se impregnó en mi mente fue gracias a la propaganda efectuada, no solo en el periódico, también durante la misa dominical que condenaba el aborto y lo catalogaba como pecado capital.
Hoy, el tema sale a relucir gracias a una directriz del presidente Obama acerca de la cobertura de los métodos anticonceptivos, incluyendo el aborto, en las pólizas de seguros médicos que ofrecen las congregaciones religiosas a sus empleados. Anteriormente, las iglesias no ofrecían dicho tratamiento en las pólizas para sus empleados. La nueva directriz le exige a la institución proveer dicha opción. Obispos en la región catalogan la medida como una bofetada, otros como si mandaran a la iglesia al infierno. El Papa sacó su artillería pesada y dispara con todo lo que tiene sobre la Casa Blanca. Creo que si tuviese una bomba atómica en su poder ya la hubiese disparado, no sin antes colocarles sellos del gobierno de Irania, medallas (como las que le devolvieron a Japón en la Segunda Guerra Mundial) o cualquier suvenir iraní para encubrir la maniobra. ¡Qué mejor chivo expiatorio para la nueva Inquisición del siglo XXI! Si no hubiesen eliminado la orden de los Jesuitas en el año 1773, hoy fueran más diestros que los escuadrones de la marina (SEALS) y quién sabe, ahora mismo estuviéramos en un conflicto armado. Pero la realidad es que realmente estamos en conflicto con nuestros ideales y principios. Si el arma que utilizan los líderes religiosos son la moral y la conciencia, les sugiero que las cambien por otra cosa. Ustedes no tienen la moral y conciencia necesaria para llevar el mensaje. Quien abusa sexualmente de un niño y es protegido para no ser castigado por lo que hizo, no merece confianza alguna, es más, no merece estar en libertad. Cualquiera puede ser un pedófilo y es difícil conocer la intención o aspecto físico que puedan tener, pero proteger al pedófilo a costa del silencio de la víctima es muy diferente. El problema real no está en el sacerdote o pastor pedófilo sino en la manera intencionada que encubrieron los hechos a tal punto que enviaron a los propios depredadores a otras áreas sin tener en cuenta que otros podían ser víctimas. Durante el escándalo sexual que arropó a la Iglesia Católica, la Diócesis circuló una carta a los feligreses para ser leída en la misa, en vez del cotidiano sermón. Padre Roberto la leyó y recuerdo que en la misma hablaba de orar mucho por la vocación, por los sacerdotes y pedir por el perdón a los mismos. No estoy en contra del perdón, eso es una decisión muy personal. Mi punto está en aquellos que encubrieron la acción y que hoy siguen en la misma actitud de que nada ha pasado. Parece que no tienen el más mínimo remordimiento de lo sucedido. Si tomamos por ejemplo la maestra que tuvo relaciones con un niño en la que el Superintendente escolar, en vez de suspenderla, la relocaliza en otra escuela. ¿Estarías de acuerdo con la decisión? ¿Te gustaría que tu hijo estuviera cerca de un depredador sexual o peor, que fuera su maestro de escuela? Por lo menos, en lo personal, no enviaría a mis hijos a una escuela con depredadores como educadores o iglesias con liderazgo que intencional y deliberadamente encubren pedófilos a cambio de mantener el pedestal de la moralidad con pañuelos blancos que representan pureza. Y aclaro la frase ‘representan pureza’ pues entre tantos siglos de guerras respaldadas por el propio liderazgo religioso, asesinatos de aquellos que no abrazaron el cristianismo, robo de recursos naturales y aquellos que terminaron víctimas de la ultima saga del escándalo sexual, no creo que el pañito le quede algo de blanco en estos momentos.